Saudi Aramco, la mayor petrolera del mundo, registró un beneficio neto atribuible de 31.878 millones de dólares (28.907 millones de euros) en el primer trimestre del año, lo que supone una reducción del 19,2% con respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, según se desprende del informe de resultados trimestrales de la empresa.
La cifra de negocio de la petrolera entre enero y marzo se redujo un 11% interanual, hasta 122.622 millones de dólares (111.193 millones de euros), mientras que los gastos operativos bajaron un 0,6%, hasta 63.373 millones de dólares (57.466 millones de euros).
Aramco destacó que los precios mundiales del petróleo cayeron en el primer trimestre de 2023 debido principalmente a eventos macroeconómicos que contribuyeron a la volatilidad del mercado, aunque defendió que está bien posicionada para soportar fluctuaciones en los precios de las materias primas por su producción a bajo coste y la integración de sus operaciones de refino y marketing, que permiten generar sólidas ganancias y flujos de caja.
«Los resultados reflejan la alta fiabilidad de Aramco, el enfoque en los costes y nuestra capacidad para reaccionar a las condiciones del mercado a medida que generamos fuertes flujos de efectivo y fortalecemos aún más el balance», declaró el presidente y consejero delegado de Aramco, Amin H. Nasser.
«Estamos avanzando con nuestra expansión de capacidad, y nuestra perspectiva a largo plazo permanece sin cambios, ya que creemos que el petróleo y el gas seguirán siendo componentes críticos de la combinación energética mundial en el futuro previsible», añadió.