La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha indicado esta semana que la economía de España mantiene un impulso de crecimiento «estable», de acuerdo con el índice compuesto de indicadores líderes (CLI).
Respecto a la economía de la zona euro, la OCDE ha señalado que muestra síntomas de moderación en el ritmo de crecimiento a consecuencia de la incipiente desaceleración detectada en Alemania, Francia e Italia.
El índice CLI, diseñado para anticipar los puntos de inflexión de la tendencia de la actividad económica en el periodo de seis a nueve meses, se ha ubicado en 100,12 puntos en el mes de febrero para el conjunto de la OCDE, lo que equivale a un impulso de crecimiento estable, mientras que en el caso de la zona del euro ha bajado hasta los 100,39 putos desde los 100,49, ofreciendo «signos de moderación en el impulso de crecimiento».
En el caso de España, el índice ha descendido en febrero hasta los 99,86 puntos desde los 99,89 registrados en enero, su peor lectura desde octubre de 2017, aunque los analistas de la OCDE indicaron que este resultado apunta a «un impulso de crecimiento estable».
Por otro lado, el índice de Alemania ha descendido hasta 100,7 puntos desde 100,8 puntos, lo mismo que en Italia, mientras que el dato de Francia ha retrocedido a 100,2 puntos, frente a los 100,3 del mes de enero, lo que para la OCDE implica «signos de moderación en el impulso de crecimiento» de las tres mayores economías del euro.
En relación a los países que se encuentran fuera de la zona del euro, la OCDE ha explicado que la economía del Reino Unido sigue presentando síntomas de desaceleración, después de que el índice cayera el pasado mes de febrero hasta los 99,15 puntos desde los 99,24 obtenidos en enero, registrando su peor lectura desde el año 2012.