El acuerdo con los sindicatos, «por puros motivos de técnica legislativa», no implica más modificación del mecanismo del SMI que la cuantía y no se mete en otros aspectos del real decreto que Trabajo no descarta que puedan recibir mejoras en un futuro.
Las patronales CEOE y Cepyme se han desvinculado finalmente de la subida de 54 euros al mes del SMI después de que no prosperaran las dos propuestas que los representantes de los empresarios plantearon al proponer un alza de entre el 3% y el 4%. Trabajo, que ha intentado hasta el último momento rascar el apoyo de la CEOE, no ha aceptado ni la indexación del SMI a los contratos públicos (este punto también solicitado por los sindicatos) ni las bonificaciones para el sector del campo a cambio de elevar la renta mínima.
Pérez Rey ha agradecido a la patronal su presencia en la mesa de negociación y su «esfuerzo» por intentar llegar al entendimiento pero ha sido a los sindicatos a quienes ha felicitado por su «altura de miras y por estar a la altura de su país» por acompañar a Trabajo en la revalorización del salario mínimo. El 5% era el nivel mínimo de subida que tanto CCOO como UGT avisaron de que aceptarían después del aviso de Trabajo a la patronal para que aceptara una subida del 4% o asumiera que negociaría un aumento mayor con los sindicatos. Es decir, si la patronal hubiera aceptado, el SMI habría subido un 1% menos a cambio del consenso total de los agentes sociales.
A este respecto, la CEOE, en un comunicado conjunto con Cepyme, ha criticado la «arbitrariedad» con la que se ha decidido la subida sin atender «criterios técnicos» (en esta ocasión no se ha consultado al comité de expertos). Consideran un «hecho insólito» que Trabajo hayan planteado la subida del SMI «en términos de premio o castigo a la adhesión o rechazo de los empresarios al acuerdo, lejos de adoptarla en función de criterios técnicos, tal y como indica la ley», en referencia al ultimátum planteado por el gabinete que dirige la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz a principios de semana.
Las estimaciones del Gobierno apuntan a que el alza beneficiará a 2,5 millones de personas. Pérez Rey ha indicado, además, que un tercio de esos beneficiarios son mujeres y jóvenes. «Esta es la política útil, la que se hace con hechos, no con palabrería, la que consigue cambiar las condiciones materiales de la gente». En este sentido, ha remarcado que el alza «nos permitirá también subir el salario por hora de las empleadas de hogar y seguir avanzando en un país más próspero, que acabe con el diferencial salarial con Europa, que siga luchando contra la brecha de género y que redima del elemento fatal que es la pobreza salarial».
El aumento de 2023 fue del 8% tras un acuerdo bipartito también en esa ocasión. De hecho, la CEOE sólo ha rubricado el acuerdo para el alza de 2020, cuando la renta mínima subió 50 euros hasta los 950. Las negociaciones de 2021, 2022 y 2023 concluyeron sin el acuerdo de los empresarios.
Desde el que Gobierno de coalición llegó a Moncloa, el SMI ha subido 54% y el compromiso para esta legislatura es fijar por ley que esta renta mínima siempre debe ser equivalente al 60% del salario medio (el cálculo se hace con datos de la Encuesta de Costes Laborales del INE), nivel en el que se mantiene tras la nueva subida. Desde UGT se muestran en desacuerdo en este punto. El sindicato que dirige Pepe Álvarez ha negado que la subida del 5% cumpla con el objetivo marcado por la Carta Social Europea y es que, el desacuerdo con la forma de calcular el 60% ha estado presente en la negociación.
Aunque ha calificado la subida como «coherente durante su valoración del acuerdo, el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, han indicado acordado que Eurostat dice que en el año 2022 el salario medio en España era de 28.360, por lo que si se aplica ese 60%, «no se ha llegado aún», aunque ha asegurado que se está «en el camino»