El Banco de Inglaterra ha tomado una serie de medidas para que las entidades bancarias sigan ofreciendo crédito durante 2021, mientras Gran Bretaña lidia con la pandemia y se prepara para cualquier perturbación en el mercado por un gran cambio en la relación comercial del Reino Unido con la Unión Europea.
El gobernador Andrew Bailey ha comentado que el banco central había hecho todo lo posible para mitigar los riesgos de una salida de la Unión Europea el 31 de diciembre, y que estaba listo para hacer frente a cualquier interrupción en los mercados financieros.
En una conferencia de prensa, Bailey dijo “¿qué tiene el Banco de Inglaterra en su arsenal, por así decirlo? La respuesta es mucho. Usaremos nuestras herramientas, como lo hicimos en marzo, en caso de que estemos en esa situación”.
Al comienzo de la pandemia del coronavirus, el Banco de Inglaterra aumentó las subastas de liquidez del mercado, redujo las tasas de interés a un mínimo histórico y reinició su programa de compra de activos.
Las perturbaciones del mercado no amenazarían la estabilidad financiera, sin embargo, Bailey ha advertido que algunos clientes de la UE podrían no tener acceso a los servicios financieros británicos porque la UE no había adoptado medidas de mitigación.
“Hay un límite a lo que podemos hacer”, dijo Bailey.
El Banco de Inglaterra ha destacado que la volatilidad del mercado podría verse reforzada por el hecho de que algunos usuarios de derivados no estén preparados para comerciar con contrapartes de la UE o en centros de comercio reconocidos por la UE.
Bailey ha agregado que “las instituciones financieras deben seguir tomando medidas para minimizar las perturbaciones”.
Boris Johnson, el primer ministro, dijo que había una “gran posibilidad” de que un período de transición postBrexit termine el 31 de diciembre sin que haya un acuerdo para evitar los aranceles a las exportaciones británicas a la Unión Europea.
Bailey ha comentado que confía en que Londres seguirá siendo uno de los principales centros financieros del mundo, y que las pérdidas de puestos de trabajo en el sector han sido menores de lo que algunas personas habían temido en el momento del referéndum de Brexit celebrado en el año 2016.