El Banco Central de Irlanda ha advertido de que, a pesar del principio de acuerdo alcanzado la semana pasada entre Londres y Bruselas en relación a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la falta de un acuerdo definitivo continúa planteándose como un «gran riesgo» para la economía irlandesa, por lo que lo más «prudente» es continuar denunciando sus riesgos.
Así lo ha señalado el organismo emisor en un documento en el que revisa el estado actual del entorno macrofinanciero de Irlanda, donde ha apuntado a los sectores agroalimentario y manufacturero como los más dependientes a Reino Unido y, por ende, los más vulnerables a la falta de un acuerdo comercial final.
«Cualquier acuerdo final aún está sujeto al desenlace de las negociaciones en marcha, que son importantes y completas», ha indicado la vicegobernadora del Banco de Irlanda, Sharon Donnery, al tiempo que ha aseverado que la falta de un acuerdo podría interrumpir las cadenas de suministro, ya que Reino Unido es actualmente un puente para el transporte de mercancías de muchas empresas.
En este sentido, ha apuntado que cualquier cambio en las rutas de transporte o el aumento de los tiempos de espera en la frontera podrían provocar un aumento de los precios para los consumidores irlandeses. Esta situación, que daría lugar a un aumento de los niveles de endeudamiento de muchas firmas del país, podrían disuadir la inversión y dejarlas vulnerables ante cualquier desaceleración económica o incapaces de recaudar la financiación requerida para cambiar el modelo comercial posterior al ‘Brexit’.
Por otro lado, el organismo ha señalado que una desaceleración relacionada con el ‘Brexit‘ en la economía de Reino Unido podría afectar negativamente a la rentabilidad de los bancos minoristas irlandeses a largo plazo, ya que éstos continúan expuestos de forma significativa al mercado del país saliente.
Además, Donnery ha sostenido que «probablemente» las empresas que se trasladen a Irlanda ejercerán presión adicional sobre el mercado inmobiliario tanto residencial como comercial ya de por sí «ajustado», combinado con la falta de infraestructuras de transporte y de comunicaciones.
En este orden de cosas, al ‘Brexit’ se le unen otros riesgos que podrían provocar un colapso de la economía irlandesa, como el sobrecalentamiento, debido a que se sitúa cerca del pleno empleo. «Seguimos instando a la prudencia en el gasto público y una asignación sensata de los ingresos excedentes entre un fondo para un posible ‘shock’ y una reducción continua de la deuda pública», ha subrayado Donnery.