Según un sondeo entre economistas divulgado por el Banco Central de Brasil, la economía brasileña sufrirá este año una contracción del 3,60 %, menor a la de 2015 (-3,80 %), año en el que el país tuvo su peor resultado en los últimos 25 años.
Los analistas volvieron a mejorar su proyección para el resultado del Producto Interior Bruto (PIB) del país este año, pese a la nueva contracción esperada para este año y la confirmación de la grave recesión de Brasil. Hasta hace una semana esperaban una retracción del 3,71 % en 2016 y hace un mes preveían una caída del 3,88%, superior a la de 2015.
Los expertos volvieron a mejorar su proyección para el crecimiento de la economía brasileña en 2017, desde el 0,50 % que esperaban hace un mes hasta un 0,85 % previsto la semana pasada, y hasta el 1,0 % calculado en el sondeo de esta semana.
La previsión de los economistas en el Boletín Focus, una publicación semanal del organismo emisor que incluye una encuesta con un centenar de expertos de entidades financieras del sector privado sobre el rumbo de la economía del país, ahora está más próxima a la del Banco Central, que proyecta para este año una contracción del 3,5 %, y es menos pesimista que la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que calcula para Brasil una caída del PIB del 3,80 %.
De confirmarse cualquiera de esos pronósticos, será la primera vez que la mayor economía de Sudamérica, en grave recesión, encadenará dos años seguidos de crecimiento negativo desde la década de 1930.
Tras las medidas de ajuste económico anunciadas por el presidente interino de Brasil, Michel Temer, en sus primeros días de Gobierno, los analistas comenzaron a mejorar sus previsiones para este año.
Temer asumió el 12 de mayo el puesto de Dilma Rousseff, suspendida del cargo mientras el Senado la somete a un proceso de destitución por, supuestamente, haber maquillado los balances de las cuentas fiscales.