El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido a los países que impongan un colchón de capital anticíclico a sus bancos.
Un informe del FMI explica que “este escudo de solvencia para los bancos se cosecha en tiempos de bonanza, cuando las condiciones de financiación son buenas y el crédito se recalienta, para ser utilizado cuando llegan las vacas flacas y todo el arsenal acumulado en el granero es poco. Además, contener los préstamos bancarios en momentos álgidos es una manera de ir en contra del ciclo y de ayudar a que los riesgos de la expansión crediticia sean menores”.
Francia ya ha establecido un colchón anticíclico del 0,25% a sus bancos a partir de julio y espera subirlo al 0,5% en el año 2020. Islandia, Noruega y Suecia ya lo tienen, mientras que Dinamarca, Irlanda y Luxemburgo han aprobado aplicarlo a partir de este año.
En España la tasa es del 0% y el banco central ha confirmado que la evolución del crédito con respecto al PIB no representa un peligro. Italia, Alemania o Grecia están en la misma línea.
El informe del organismo internacional no detalla nombres concretos de países, pero apunta que la eurozona es una de las áreas del mundo donde la deuda corporativa está presentando su peor perfil. Hoy en día, la mitad del endeudamiento corporativo europeo se encuentra en manos de compañías que están catalogadas como de alto o elevado endeudamiento. Aunque algunos Estados, sectores y hogares de ciertos países están en zona peligrosa.
A esto se suma que el incremento de las ganancias empresariales globales “probablemente ha alcanzado su pico” y que existen amenazas de freno en el crecimiento mundial.
El informe agrega que “las políticas macroprudenciales deberían ser usadas de forma más proactiva para impactar en las condiciones financieras allí donde las vulnerabilidades son elevadas y crecientes”.
Para el FMI el colchón anticíclico es el arma preventiva perfecta. En este sentido ha agregado que “varios países lo han incorporado o ampliado, pero hay más naciones que pueden beneficiarse de usarlo activamente para incrementar la resistencia de sus sistemas financieros y para enfriar el crecimiento del crédito”.