El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado la previsión de crecimiento económico para Brasil en 2015, pasando del 0,3 % anunciado en enero al 1 % de decrecimiento, si bien indicó que en 2016 el país latinoamericano podría volver a crecer, si aplica con éxito medidas de austeridad.
A través de un comunicado, el FMI apuntó que las causas en su rebaja de la previsión son «las políticas fiscales y monetarias más ajustadas del Gobierno brasileño”, los recortes en inversión de la petrolera estatal Petrobras y el descenso en la actividad que se arrastra desde 2014.
Adicionalmente, el organismo ha explicado que su nueva previsión está sujeta a varios riesgos que podrían rebajarla todavía más, entre los que destaca un hipotético racionamiento del agua y la energía a consecuencia de la sequía, los posibles efectos colaterales derivados del caso de corrupción en Petrobras y una coyuntura internacional adversa.
El organismo que dirige Christine Lagarde ha indicado que la aplicación «decidida» de medidas de austeridad permitirá a Brasil regresar a la senda del crecimiento positivo el año que viene.
«La implementación exitosa de la estrategia de ajuste fiscal y otras acciones políticas deberían contribuir a reforzar la confianza y ayudar a revitalizar la inversión a finales de 2015, lo que sentaría las bases para un retorno al crecimiento en 2016», indicó el organismo a través de su comunicado.
El próximo martes, el FMI presentará la actualización de sus pronósticos de crecimiento global, dentro de su informe de cabecera «Perspectivas Económica Globales», después de advertir en reiteradas ocasiones que la economía global parece estar entrando en una fase de bajo crecimiento generalizado.
En enero, fecha de su última actualización, el FMI redujo sus previsiones económicas mundiales al 3,5 % este año y al 3,7 % en 2016, en ambos casos 3 décimas menos que en octubre.