La tasa de paro de Estados Unidos ha caído al 6,3% en enero después de que en diciembre se destruyera empleo por el impacto de la nueva oleada de infecciones de coronavirus, según ha informado la oficina de estadísticas laborales del Departamento de Trabajo estadounidense.
En enero, el país ha recuperado la senda de creación de puestos de trabajo con 49.000 nóminas no agrícolas adicionales.
Desde mayo de 2020, Estados Unidos ha recuperado más de 12 millones de empleos, el 60% de los puestos perdidos en abril, cuando la crisis destruyó casi 21 millones.
Así, la tasa de paro se ha ido alejando de los máximos históricos que llegó a registrar en primavera y verano, de hasta un 14,7%.
En octubre de 2009, el pico de la crisis financiera mundial iniciada en 2008, la tasa de paro de Estados Unidos llegó al 10%, mientras que el máximo histórico hasta este año se situaba en diciembre de 1982, cuando alcanzó el 10,8%.
La cifra de parados de larga duración, aquellos que han permanecido en situación de desempleo por un mínimo de 27 semanas, se elevó a 4,023 millones de personas, lo que equivale a un incremento de 67.000 parados. Mientras que la cifra total de personas en el paro fue de 10,13 millones, por lo que descendió en 606.000 personas.
La tasa de participación en el mercado laboral en enero de 2021 se redujo en una décima, hasta el 61,4%. Con respecto a diciembre, la población activa descendió en 406.000 personas.
Los analistas han destacado que gran parte de la reducción de la tasa de paro ha sido por el incremento de las nóminas del sector agrícola y por los parados que han abandonado la población activa.
Por grupos de trabajadores, la tasa de paro entre las mujeres ha caído tres décimas, hasta el 6%, mientras que entre los hombres se redujo en cuatro décimas, hasta el 6%.
De los 49.000 puestos de trabajo generados en el mes de enero, 6.000 procedieron del sector privado y 43.000 se registraron en el Gobierno.
El sector servicios profesionales y a empresas generó 97.000 nuevos empleos, aunque este aumento se vio compensado por la reducción de 7.000 personas en los servicios educativos y sanitarios y por el despido de 37.800 personas en el comercio minorista y otros 27.800 en el transporte y almacenaje de bienes.