Moody’s ha señalado que el crecimiento económico de México se verá afectado por la debilidad de inversión.
El país ha visto cómo la pandemia del coronavirus ha exacerbado las tendencias negativas de crecimiento existentes en 2019 y que persistieron a lo largo de 2020.
En un nuevo informe, la agencia ha explicado que incluso una vez superada la contracción del Producto Interior Bruto (PIB) de 2020, que prevé de alrededor del -8,8%, el crecimiento a medio plazo del país se podría situar en un nivel del 2% en 2022 y 2023, por debajo del 2,7% medio entre 2010 y 2019.
Moody’s ha destacado las «optimistas» perspectivas de crecimiento (4,6%) del Gobierno recogidas en el presupuesto de 2021, que quedan por encima de la proyección del 3,5% estimada por la agencia.
En este contexto, a agencia de calificación ha indicado que para satisfacer sus objetivos fiscales en 2021 y cubrir el apoyo subestimado de Pemex, el Gobierno de México tendrá que reasignar los recursos dentro del sector público, lo que podría no ser suficiente para evitar un aumento de la deuda pública en relación con el PIB durante 2021.
En relación a la austeridad fiscal del Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador, Moddy’s cree que si bien suele ser positivo para la calidad crediticia, en un contexto pandémico es negativa dada la necesidad de inyectar liquidez e ingresos en negocios y hogares.
El informe de Moody’s señala que «la respuesta política del shock del coronavirus ha provisto limitada liquidez y apoyos de ingresos a los negocios y hogares y por lo tanto ha contribuido poco a contrarrestar el impacto económico de la pandemia, impidiendo una recuperación económica más rápida».
Además, ha destacado el «continuo deterioro financiero y operativo» de la estatal Pemex, lo que afectará a la solidez fiscal del crédito soberano.
Los analistas de Moody’s prevén que el coste de apoyar a la petrolera supondrá unos 14.700 millones de dólares (11.501,8 millones de euros) de las arcas públicas, lo que equivale al 1,4% del PIB.
Por otro lado, la agencia cree que la deuda federal se elevará un 7,5% en 2020 en comparación con 2019, y ha estimado un incremento de deuda de otros 15 puntos porcentuales en 2023, hasta el 51,4% del PIB.