La agencia de calificación de riesgo Moody’s ha anunciado que podría revisar a la baja la calificación de riesgo de Brasil, lo que implicaría la pérdida del llamado «grado de inversión», como consecuencia de la inestabilidad política tras el juicio abierto por el Congreso contra la presidenta Dilma Rousseff.
«El inicio del proceso de destitución contra la presidenta a principios de diciembre causa más dudas en la perspectivas de cooperación entre el Congreso y la Presidencia de cara a aprobar importantes medidas de consolidación fiscal para el 2016», señaló la agencia en un comunicado.
De acuerdo con la agencia, esta situación podría agravar la situación económica del país, por lo que Brasil perdería la calificación que se otorga a los buenos pagadores, de la que gozaba desde el 2008.
La bajada de la nota de Brasil, que actualmente mantiene el grado «Baa3» de Moody’s, por parte de una nueva agencia de riesgo supondría que los fondos de inversión internacionales tendrían que dejar de invertir en Brasil, lo que conllevaría una considerable salida de capitales del país.
En octubre la calificadora de riesgo Fitch rebajó la nota soberana de Brasil y la dejó al borde de perder el «grado de inversión», un estatus que ya le fue retirado al país por parte de la agencia Standard & Poors en septiembre.
Según Moody’s, el empeoramiento de los indicadores económicos de Brasil, que se encuentra en su tercer trimestre de recesión técnica, afecta a las perspectivas de recuperación para el 2016.
Moody’s ha informado que tendrá en consideración la aprobación del presupuesto para el 2016, así como la adopción de medidas tales como la subida de algunos impuestos, en su próxima evaluación del país.