Los países que forman parte del G7 podrían adoptar una serie de medidas con el propósito de proteger el sistema financiero de futuros ataques informáticos.
Según ha informado esta semana el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los sectores público y privado de los siete países más ricos del mundo (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) han sido invitados a aplicar estas disposiciones sin que sea una obligación.
La secretaria adjunta del Tesoro estadounidense, Sarah Bloom Raskin, ha asegurado que esto representa un hecho “único e histórico”.
Bloom Raskin ha agregado durante una conferencia de prensa telefónica que “las amenazas cibernéticas mantuvieron la atención de las autoridades de regulación en su nivel más alto (…) No ha desestabilizado al sector financiero pero amenazan con hacerlo”.
Asimismo, la secretaria adjunta del Tesoro ha indicado que “los recientes incidentes que implican a la red Swift y otros ataques informáticos subrayan realmente la necesidad de una ciberseguridad fuerte para todo el sector financiero”.
El sistema de transferencia bancaria Swift, que se ha caracterizado a lo largo de los años por ser muy seguro, ha sufrido una serie de ataques través de un programa malicioso que permitía iniciar transferencias de fondos así como también falsificar declaraciones o confirmaciones bancarias.
El pasado martes, el grupo de seguridad informática de Symantec ha reconocido que un programa malicioso conocido como “Trojan.Odinaff” había atacado a varias organizaciones financieras del mundo desde que comenzó el año, entre ellos el sistema de transferencia bancaria Swift.