El índice de precios al consumo (IPC) en Alemania se ha mantenido durante el mes de septiembre en el 0% en términos interanuales, según ha confirmado la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Sólo en enero pasado, la tasa fue todavía inferior, con una inflación interanual del 0,3% en terreno negativo, la primera desde 2009.
En agosto y julio, el IPC se situó en el 0,2% respectivamente, y en mayo en el 0,7%, en tanto la inflación mensual descendió en septiembre un 0,2%.
Una de las principales causas de este estancamiento del IPC son los precios de la energía, que en septiembre resultaron un 9,3% más bajos que los del 2014, de manera que si no se hubieran tenido en cuenta, la inflación se habría situado en el 1,1%.
Otros precios que han bajado son los precios de los carburantes con un 13,8% y de los bienes un 1,3%. Sin embargo los alimentos han subido un 1,1%, servicios un 1,1% y los alquileres un 1,2%.
De esta manera, la inflación en Alemania se sitúa todavía muy lejos del objetivo de algo menos del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE).