El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha aceptado la petición del Banco de Grecia de reducir en 1.900 millones de euros la liquidez de emergencia para las entidades del país heleno, disponible a través del mecanismo conocido como ELA.
De esta manera, baja así a un tope de 14.700 millones de euros, la cifra más baja desde febrero de 2015, cuando el instituto emisor de la eurozona dejó de aceptar deuda griega en sus operaciones de refinanciación, elegibilidad que restituyó un año después.
«En su reunión del 11 de abril, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) no puso ninguna objeción a fijar un límite de 14.700 millones de euros de ELA hasta el 16 de mayo de 2018, tras una solicitud del Banco de Grecia», indicó el banco central griego.
El banco central del país heleno destacó que esta reducción de 1.900 millones de euros respecto al límite anterior «refleja una mejora en la situación de liquidez de los bancos griegos teniendo en cuenta los flujos provinientes de los depósitos privados y del acceso de los bancos a los mercados mayoristas de financiación».
La línea de liquidez de emergencia disponible para los bancos griegos llegó a alcanzar un límite de 91.000 millones a finales de julio de 2015 por el BCE, después de que las entidades griegas se vieran incluso forzadas a cerrar sus puertas por los problemas de liquidez que atravesaba Grecia en aquel momento en medio de las negociaciones para recibir un tercer rescate y que llevaron al Gobierno heleno a imponer restricciones a la retirada de efectivo.
En el mes de abril, Grecia colocó 812,5 millones de euros en letras del Tesoro con vencimiento a tres meses, a un interés del 0,79 %, inferior al 1,05 % de la subasta anterior del 7 de marzo, según informó la Autoridad de Gestión de la Deuda Pública (PDMA).
La demanda fue de 1.755 millones de euros y superó en 2,81 veces la oferta inicial de 625 millones, considerablemente superior a la subasta anterior, que multiplicó por 1,56 la oferta.
Grecia tiene un techo de subasta de letras de 15.000 millones de euros, que se alcanzaron en 2014, por lo que tan solo puede colocar en el mercado títulos por la misma cantidad de las que vencen.
Después de que el 25 de julio pasado Grecia emitiera bonos a cinco años en la primera salida a prueba a los mercados financieros en tres años, el tipo de interés ha ido bajando progresivamente a la vez que ha aumentado la demanda.
Tras una carrera a la baja del rendimiento de los títulos griegos emprendida en verano, sus tipos de interés llegaron al punto más bajo desde 2006 el pasado 9 de enero y desde entonces volvieron a subir, manteniéndose en torno al 4 %.