El Banco de Grecia ha señalado ante las numerosas informaciones sobre una supuesta salida masiva de depósitos bancarios durante el último mes, que la situación “está completamente controlada”.
En un comunicado emitido el pasado domingo, el organismo heleno ha destacado que “Banco de Grecia, junto con el Banco Central Europeo (BCE), siguen de cerca las novedades y pueden intervenir siempre que sea necesario”.
Asimismo, ha desmentido todas las informaciones aparecidas en los últimos días, según las cuales el BCE podría proporcionar liquidez a los bancos griegos antes de las elecciones del próximo 25 de enero.
El Banco de Grecia asegura que el BCE ha estado ofreciendo líneas de crédito a países sujetos a un rescate desde el año 2010, una actuación que no se ha visto afectada por desarrollos políticos.
Ante la posible victoria del izquierdista Syriza, los mercados han mostrado nerviosismo, lo que ha llevado a fuertes caídas en la bolsa de Atenas y ha colocado el bono a diez años por encima del 10% en el mercado secundario.
Esta situación ha coincidido con la campaña del Primer Ministro, Antonis Samarás, quien ha centrado su discurso en augurar la quiebra y la salida de Grecia de la eurozona en el caso de que gane Syriza.
Por su parte, Gikas Jardúvelis, titular de Finanzas, ha comentado, en una entrevista con el diario económico estadounidense The Wall Street Journal, que en los últimos dos meses los depósitos bancarios se redujeron en 3.000 millones de euros, lo que es poco en comparación con los 70.000 millones de euros de los últimos cinco años.
El ministro de Finanzas de Grecia considera que “la probabilidad de una fuga de capital es mínima. Los ciudadanos entienden que los depósitos son seguros”, pero añadió que deben seguir de cerca el comportamiento de los depósitos. Una eventual victoria de Syriza podría “complicar los esfuerzos de Grecia para negociar una nueva línea de crédito con sus acreedores”.