El Banco Mundial ha aprobado un crédito de 55 millones de dólares (44 millones de euros) a Honduras, para apoyar las acciones gubernamentales orientadas a reducir el déficit fiscal, que el año pasado se elevó al 7,9% del Producto Interior Bruto (PIB).
Los recursos otorgados van a contribuir a la sostenibilidad fiscal de Honduras, fortaleciendo la gestión de la nómina de personal, la eficiencia de las contrataciones y la administración de la deuda pública.
Wilfredo Cerrato, Ministro de Finanzas, ha señalado que el Gobierno de Honduras está “comprometido” con la implementación de acciones que les permitan alcanzar “una mayor estabilidad fiscal y un crecimiento económico sostenido e incluyente”, para reducir la pobreza y garantizar la protección a los más vulnerables.
Este crédito va a contribuir “a mejorar la sostenibilidad financiera y la transparencia” de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), que sufre una crisis económica debido a fallas administrativas y técnicas, que tienen un impacto fiscal para el país en subsidios, exenciones tributarias y garantías. Estas pérdidas representaron en el 2013 un 1,8% del PIB.
Los recursos también serán destinados a programas sociales, incluyendo el fortalecimiento del Registro Único de Participantes (RUP), con el objetivo de ofrecer protección social al 45% de los 8,5 millones de habitantes de Honduras, que viven en extrema pobreza.
El representante del Banco Mundial en la nación centroamericana, Giorgio Valentini, ha señalado que este crédito también le permitirá a Honduras “disponer de más oportunidades de desarrollo para todos”.
El crédito otorgado proviene de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco para los países más pobres, y tiene un plazo de vencimiento de 25 años y un período de gracia de cinco años.