El grupo industrial alemán ThyssenKrupp tuvo una pérdida neta atribuida de 168 millones de euros en los tres primeros trimestres de su año fiscal 2020/2021, un 91,5 % más baja que un año antes, porque se recupera de la caída del año pasado por la pandemia y por su saneamiento.
ThyssenKrupp informó ayer que ha tenido un beneficio operativo de 284 millones de euros, frente a la pérdida de 1.066 millones de euros hace un año.
El volumen de negocios ha caído en los tres primeros trimestres hasta 24.575 millones de euros (-11 %), y la entrada de pedidos, hasta 25.260 millones de euros (-2 %).
Sin embargo, en el tercer trimestre la facturación ha aumentado un 13 % y la entrada de pedidos un 31 %.
La consejera delegada de ThyssenKrupp, Martina Merz, dijo al presentar las cifras que la transformación de la compañía marcha según los planes y que el «entorno sigue siendo muy desafiante», pero que cumplen lo que está en su mano.
ThyssenKrupp ha logrado en su tercer trimestre fiscal, de abril hasta junio, un beneficio neto atribuido de 125 millones de euros (pérdida de 678 millones de euros un año antes).