Un grupo de empresarios de China ha creado un complejo industrial en un pequeño pueblo enclavado en las pintorescas colinas boscosas de Hunsrueck, en el oeste de Alemania.
De los aproximadamente 3.500 habitantes que tiene Hoppstaedten-Weiersbach, unos 800 son ahora chinos, y han establecido un complejo empresarial en un antiguo cuartel del ejército de Estados Unidos conocido por el nombre de Oak Garden.
Zhixiong Peng, un empresario de China, ha dicho que quiere desarrollar sus productos en Alemania. Se mudó de Guangzhou en el sur de China hace cuatro años con su familia. Su objetivo es cooperar con empresas alemanas en tecnología móvil como los sistemas de aparcamiento inteligentes.
Otros empresarios chinos que se han mudado a esta aldea han señalado que les gusta el ambiente.
Chao Yang Liu, empleado de una empresa que produce decoraciones y artículos para fiestas, ha dicho en una entrevista a la agencia Reuters que “lo que me gusta es que la calidad del aire es muy buena, y el ambiente de trabajo es bastante alentador. Las horas de trabajo tampoco se consideran demasiado largas”-
Un aproximado de 300 inversores de China se han establecido en esta zona y están construyendo un enorme complejo de fábricas, oficinas y salas de exposición.
Andreas Scholz, alemán y uno de los dos fundadores y directores generales del complejo, ha indicado que hasta ahora se han invertido unos 30 millones de euros y que se tiene previsto que el tercer edificio se termine a finales de año, listo para unos 100 inversores.
Scholz ha agregado que “la visión detrás de esto fue, al final, (tener) un total de 500 a 800 empresas chinas o incluso alemanas”.
La población de Hunsrueck ha acogido esta inversión con total satisfacción. La ciudad recibe un aproximado de 400.000 euros más en impuestos de sociedades y un aumento de la población.