El Banco de Italia ha rebajado la previsión crecimiento del producto interior bruto (PIB) del país transalpino en 2019, ubicándola en el 0,3%.
En la actualización de los datos del mes de junio, las estimaciones macroeconómicas del banco central de Italia también se ha rebajado la proyección de crecimiento para el próximo 2020 hasta el 0,7%, dos décimas menos. La previsión para el año 2021 ha sido revisada una décima a la baja, hasta el 0,9%.
El ente central ha advertido que la previsión está elaborada con información obtenida antes del 15 de mayo, ya que forma parte de las estimaciones que publicó el jueves el Banco Central Europeo (BCE).
En este sentido, ha explicado que no se han tenido en consideración los datos de crecimiento del PIB del primer trimestre que publicó el Instituto Nacional de Estadística (Istat) italiano el 31 de mayo, por lo que el dato todavía podría revisarse a la baja.
El Banco de Italia ha detallado que «las proyecciones incorporan el debilitamiento de las condiciones financieras internacionales observadas a comienzo del año y asumen una recuperación lenta y gradual durante los dos próximos ejercicios».
De acuerdo con lo que ha indicado la entidad financiera, las dos principales contribuciones al crecimiento del PIB vendrán del consumo de los hogares, que se impulsará por las políticas fiscales aprobadas por el Ejecutivo, y por las exportaciones, que crecerán «en línea» con la demanda externa. Mientras que, el crecimiento de la inversión privada será «débil» como consecuencia de la incertidumbre en la demanda interna y el «incremento gradual» de los costes de financiación.
El pasado mes de mayo, la Istat tomó la decisión de recortar en un punto porcentual, hasta el 0,3%, su estimación de crecimiento del PIB para Italia. El Gobierno ha dicho que espera que la economía crezca un 0,2% y la Comisión Europa estima un incremento de un 0,1%.