Nicos Anastasiades, el presidente de Chipre, ha criticado las condiciones del rescate impuestas por la `troika´ a la isla, y ha señalado su malestar por las posibles consecuencias de las mismas sobre la economía chipriota.
En este sentido, ha expresado sus dudas respecto al efecto de las medidas sobre una economía que sufre una profunda recesión y que se encuentra lastrada por una gran deuda, así como por la debilidad de su sistema bancario.
En una carta enviada a los integrantes de la ‘troika’ (el BCE, el FMI y la Comisión Europea), Anastasiades ha resaltado, asimismo, que Nicosia no ha recibido el mismo tratamiento que Atenas a la hora de hacer frente al rescate.
El rescate aprobado por el Parlamento chipriota incluye la imposición de pérdidas sustanciales en los depósitos bancarios y el desmantelamiento de uno de los mayores bancos de la isla a cambio de recibir un primer tramo de ayuda de 10.000 millones de euros.
Asimismo, el proceso incluye un ‘bail in’ –mecanismo que consiste en la posibilidad de someter a los acreedores bancarios a una reducción en la cuantía de sus créditos o que éstos sean convertidos en instrumentos de capital– por primera vez en la historia de la eurozona.
Como consecuencia del mismo, miles de personas perdieron parte de sus ahorros y se impusieron duras condiciones al movimiento de capitales para evitar la retirada de los depósitos. Estas condiciones siguen en pie.
«Mi humilde opinión es que el ‘bail in’ se implementó sin una preparación cuidadosa», ha indicado Anastasiades en su misiva.
Para terminar, Anastasiades ha indicado que «la dura carga puesta sobre Chipre tras la reestructuración de la deuda griega no fue tenida en cuenta cuando Nicosia solicitó ayuda». Esta reestructuración ocasionó importantes pérdidas a la banca chipriota a comienzos de 2012.