El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Salazar-Xirinachs, ha señalado que 2023 será un año «muy duro» para América Latina, pero ha instado a aprovechar las oportunidades que surjan en este «difícil escenario» para dinamizar el crecimiento, crear empleo o reconstruir el tejido productivo.
Durante su intervención en el lanzamiento del informe ‘Riesgo Político América Latina 2023’ elaborado por el Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Ceiuc), Salazar ha afirmado que la región se encuentra inmersa en una «trampa estructural de bajo crecimiento», a la que acompañan una elevada desigualdad, unas instituciones «débiles» y una gestión política «ineficiente».
En este sentido, ha apuntado que el crecimiento promedio anual en esta década, teniendo en cuenta el dato estimado para 2023 del 1,3%, será inferior al 1% (0,9%), lo que supone menos de la mitad de la década perdida de los años ochenta, cuando América Latina creció un 2% anual.
«No se trata únicamente de un mal ciclo económico. La región se enfrenta a una nueva década perdida, marcada por una crisis social prolongada y problemas económicos a cámara lenta», ha sentenciado Salazar.
Por estos motivos, los desafíos de la región son «mayores» que antes del inicio de la década y el bajo crecimiento para el año 2023 «no es suficiente» para dar a la población los resultados «concretos» que necesita en materia de protección social, educación o sanidad.
Asimismo, Salazar ha puesto el foco en el desempeño de la economía mundial, puesto que «desafortunadamente» no va a ayudar al desarrollo de América Latina. «No hay vientos de cola favorables», ha explicado.