Theresa May, la primera ministra británica, ha decidido cancelar la votación prevista para este martes sobre el acuerdo del ‘brexit’ o salida de Reino Unido de la UE al que habían llegado el bloque comunitario y el Gobierno británico con la intención de posponerla, ante la falta de apoyos suficientes.
La primera ministra necesitaba 320 votos, pero no contaba con ellos, razón por lo que habría cancelado la votación del acuerdo.
Según adelanta Bloomberg, May querría evitar una «enorme derrota». Al menos dos parlamentarios conservadores habían anunciado que no podían dar el sí a su presidenta por considerar que el acuerdo no era beneficioso para Reino Unido.
El acuerdo del ‘brexit’ ha generado un amplio rechazo entre los parlamentarios a causa de la polémica «salvaguarda», pensada para evitar una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte. Esa «garantía» prevé que el país permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único, hasta que se establezca una nueva relación comercial entre Londres y Bruselas, negociada en el periodo de transición -entre el 29 de marzo de 2019 y finales de 2020.
La votación estaba prevista para este martes por la tarde, pero ahora tendrá que ser reprogramada para buscar en ese tiempo «un mayor consenso».
Sin embargo, y según Bloomberg también, la postura no es compartida por todo su Gobierno, parte del cual quiere que se produzca la votación este martes.
Ahora la primera ministra estaría en conversaciones telefónicas con su gabinete para dejar perfilada la posición oficial.
El lider laborista Jeremy Corbyn ha asegurado, minutos después de conocerse la cancelación del voto, que esta decisión de May demuestra que «Reino Unido no tiene un Gobierno operativo».
«El Gobierno ha decidido que el acuerdo Brexit de Theresa May es tan desastroso que ha dado el paso desesperado de retrasar su propio voto en el último momento», ha destacado Corbyn.
«Sabemos desde hace dos semanas que el acuerdo es el más desfavorable del mundo y que iba a ser rechazado en el Parlamento porque es perjudicial para Reino Unido. En cambio, en lugar de ir a Bruselas a renegociar o convocar elecciones decidió seguir adelante”, precisó.