Marcelo Cornellá, presidente de la Asociación de Mayores de Fuenlabrada ACUMAFU, considera que desde la puesta en marcha del protocolo de compromiso social y sostenible de la banca, la brecha digital que excluye a personas mayores no ha mejorado y la cantidad de personas análoga sigue siendo muy elevada.
«Tenemos ahora mismo entidades bancarias que están cerradas por vacaciones y tienes que ir a otra más lejos, un problema para muchas personas con movilidad reducida», lamenta Cornellá. Otra de las quejas de los más mayores es la «acumulación de personas que hay a la hora de hacer trámites en oficinas», que no saben cómo funcionan las aplicaciones o cómo usar los cajeros para algunos trámites y que «aún requieren que les enseñemos y les asesoremos».
En palabras de Cornellá, «encontramos que aún se siguen bajando las ventanillas públicas y así no se facilita que hagan sus gestiones los usuarios. Sin la ayuda de familiar, siguen sufriendo dificultades al hacer trámites bancarios o digitales».
Seis meses después de la aprobación del protocolo para “reforzar el compromiso y la atención personalizada de los mayores”, las asociaciones de mayores no notan “grandes avances” y temen que “se sigan cerrando oficinas bancarias”. Esta problemática preocupa a la asociación de Fuenlabrada, en la que se ofrece asesoramiento para todo tipo de trámites digitales que «desesperan» a nuestros mayores, pues “ellos siguen siendo analógicos mientras todo es más digitalizado”.