Brasil terminará este año con un superávit en su balanza comercial de 63.000 millones de dólares, el mayor en su historia y el quinto mayor del mundo, según proyecciones divulgadas hoy por la Asociación de Exportadores Brasileños (AEB).
«A pesar del escenario adverso, Brasil alcanzará en 2017 el mayor superávit comercial en su historia, tan sólo superado por los de China, Corea del Sur, Alemania y Rusia», afirmó el presidente da la AEB, José Augusto de Castro, en la ceremonia de apertura de la 36 edición del Encuentro Nacional de Comercio Exterior.
Brasil acumuló en los siete primeros meses de este año un superávit comercial de 42.514 millones de dólares, el mayor valor para el período, y en un 50,6 % superior el registrado entre enero y julio de 2016 (28.227 millones de dólares), que era hasta ahora el récord para el período.
Mientras que las ventas externas crecieron un 18,7 % frente al mismo período de 2016, hasta 126.479 millones de dólares en siete meses, las compras en el exterior subieron en un 7,2 %, hasta 83.965 millones de dólares.
El resultado en los siete primeros meses refuerza la nueva proyección del Gobierno, que espera terminar el año con un superávit récord de 60.000 millones de dólares en su balanza comercial, significativamente superior al de 2016 (47.500 millones de dólares), hasta ahora el mayor para el país.
«Si por un lado tendremos el quinto mayor superávit comercial del mundo, por el otro nuestras exportaciones tan sólo se ubicarán en la posición 25 en la clasificación mundial, una ubicación incompatible con un país que tiene la novena mayor economía del mundo», afirmó el presidente de la AEB en su exposición.
De Castro agregó que tampoco se puede conmemorar que el comercio de productos manufacturados termine el año con un déficit de 45.000 millones de dólares.
Según el dirigente empresarial, las exportaciones brasileñas de manufacturas en los últimos años fueron en promedio de 75.000 millones de dólares anuales y en un 50 % tuvieron como destino países sudamericanos.
De Castro dijo que Brasil tiene que reducir sus costes de producción y que el actual Gobierno ya avanzó la necesidad de una reforma laboral, la mejoría de la infraestructura portuaria y la reducción de las tasas de interés y del gasto público.