La invasión rusa de Ucrania ha agravado los daños relacionados con la pandemia de Covid-19, y ha acentuado la desaceleración de la economía mundial, que está entrando en lo que podría convertirse en un período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación, según el último informe ‘Perspectivas económicas mundiales’, elaborado por el Banco Mundial.
«Este contexto aumenta el riesgo de estanflación«, advierte la institución, que ha recortado al 2,9% su previsión de crecimiento para 2022, frente al 4,1% anticipado en enero, mientras que espera que el ritmo de expansión oscile en torno a ese ritmo durante el período 2023-24, a medida que la guerra en Ucrania afecte la actividad, la inversión y el comercio, la demanda reprimida se disipe, y vayan eliminándose las políticas monetarias y fiscales acomodaticias.
En el caso de las economías avanzadas, las nuevas previsiones del Banco Mundial apuntan a una expansión del 2,6% este año y del 2,2% en 2023, frente al 3,8% y el 2%, respectivamente, que anticipaba en enero, mientras que para 2024 espera un crecimiento del PIB del 1,9%.
En concreto, ha revisado a la baja su previsión de crecimiento para Estados Unidos, con una expansión del 2,5% en 2022 y del 2,4% un año después, cuando en enero había proyectado un crecimiento del 3,7% y del 2,6%, respectivamente. De cara a 2024, el Banco Mundial espera una expansión de la mayor economía mundial del 2%.
Para la zona euro, las previsiones de la institución apuntan a un crecimiento del PIB del 2,5% en 2022 y del 1,9% los dos siguientes años, rebajando así respectivamente en 1,7 y 0,2 puntos porcentuales sus pronósticos de enero.
En el caso de las economías emergentes y en desarrollo, el crecimiento se frenará al 3,4% este año, frente al 4,6% anticipado previamente, con una expansión del 4,2% en 2023, dos décimas menos que lo previsto en enero, y del 4,4% en 2024.
Como resultado de los daños derivados de la pandemia y la guerra, el Banco Mundial prevé que el nivel de ingreso per cápita de las economías en desarrollo se ubicará este año casi un 5% por debajo de su tendencia previa a la pandemia.