La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) va a mantener sus planes de realizar las pruebas de esfuerzo a la banca previstas para este año, conocidas también como test de estrés.
Así lo ha informado el banco central de Estados Unidos en su informe anual sobre regulación y supervisión bancaria. Con los test de estrés de este año se evaluarán la resiliencia del capital bancario, de acuerdo a los datos del cierre de 2019, en respuesta a un ‘shock’ económico que fue indicado el pasado mes de febrero, antes de que se expandiera el coronavirus en los países de Occidente.
Tomando en cuenta la crisis sanitaria que se ha derivado del brote del coronavirus, la Fed ha asegurado que va a mantener los test de acuerdo a como fueron anunciados inicialmente.
Sin embargo, la Fed también ha señalado que va a realizar una serie de «análisis de sensibilidad» utilizando escenarios alternativos y «ciertos ajustes» a las carteras para reflejar «creíblemente» las actuales condiciones económicas y bancarias.
El banco central ha señalado que, hasta que en Estados Unidos se recupere la normalidad, las revisiones e inspecciones de la Fed se están realizando de forma telemática. Además, ha extendido la fecha límite para solucionar los problemas relacionados con la supervisión menos importantes que encuentre en 90 días.
La decisión que ha tomado la Fed de mantener los test de estrés este año se contrapone con la de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). El supervisor bancario de la Unión Europea dijo hace unas semanas que tiene previsto aplazar hasta el 2021 sus pruebas de esfuerzo a la banca previstas para este año. En su lugar, pondrá en marcha un ejercicio de transparencia con el que pretende informar de los riesgos y las exposiciones de los balances de las entidades financieras de la eurozona.