Mario Draghi, presidente del Banco central Europeo (BCE), ha asegurado que, a pesar de los indicios de recuperación, es muy pronto para declarar la victoria en su intento por impulsar la inflación de la zona euro.
De acuerdo con lo que han indicado los analistas, estos comentarios ratifican que el BCE no prevé dar fin a su política monetaria ultraflexible de tipos de interés negativos y compras de bonos, a pesar de la solicitud de los países más ricos de la eurozona, como Alemania y Holanda.
Durante la audiencia en el Parlamento de Holanda, Draghi ha señalado que «los datos recibidos confirman que la recuperación cíclica de la economía de la zona euro es cada vez más sólida y que los riesgos a la baja han disminuido aún más. Sin embargo, es demasiado pronto para declarar que ha sido un éxito. Las presiones inflacionarias subyacentes siguen siendo moderadas y aún no han mostrado una tendencia convincente al alza».
Los analistas de la eurozona esperan que el BCE cambie su mensaje de política en el mes de junio para reflejar una situación económica mejorada, pero conservando las medidas que están vigentes.
Por otro lado, Draghi ha comentado que los beneficios de la política monetaria del BCE han podido compensar los efectos secundarios, aunque ha reconocido el aumento de los precios de la vivienda y la alta deuda de los hogares en algunos países, como por ejemplo Holanda.
En este sentido, Draghi ha agregado que «en la actualidad no vemos pruebas convincentes de valoraciones de activos excesivas a nivel de la zona del euro, pero sí vemos que la dinámica de los bienes inmobiliarios o los altos niveles de endeudamiento de las familias en algunos países señalan el riesgo de aumentar los desequilibrios. Tales riesgos también existen en los Países Bajos».