La Unión Europea y España buscan soluciones conjuntas para mejorar la economía y las finanzas en el continente. En la cumbre celebrada en Bruselas el pasado 11 de marzo de 2024, representantes de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) pidieron una homogeneización de la regulación europea sobre morosidad. Esta propuesta se enmarca dentro del plan de acción para la recuperación económica de la crisis generada por la pandemia.
Según el último informe de CEPYME, la morosidad en España se encuentra Pyme cifras preocupantes y continúa siendo una de las grandes barreras para el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. En la última década, la tasa de morosidad ha ido en aumento y actualmente se sitúa en el 5,78%. Esto significa que más de 500.000 empresas españolas tienen problemas para cobrar sus facturas en el plazo establecido.
Ante esta situación, CEPYME ha hecho un llamado directo a las autoridades de la UE para que se tomen medidas que garanticen un marco común de regulación sobre morosidad en todos los países miembros. Esto permitiría una mayor protección a las empresas y una mayor seguridad jurídica en las operaciones comerciales transfronterizas.
El presidente de CEPYME, Antonio Garamendi, ha destacado en la cumbre la importancia de establecer plazos máximos de pago en toda Europa y un sistema de sanciones eficaz para aquellos que incumplan con estas normas. «Es fundamental establecer un marco jurídico que fomente el cumplimiento de los plazos de pago y penalice a aquellos que los incumplan. Solo de esta manera podremos acabar con la cultura de la morosidad en el ámbito empresarial», afirmó Garamendi.
Además, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha comprometido a trabajar en una propuesta legislativa para la homogeneización de la normativa sobre morosidad en Europa. «Es necesario un mercado único más fuerte y más justo para todas las empresas. Vamos a trabajar en un marco de homogeneidad para acabar con la fragmentación que existe a nivel europeo», declaró von der Leyen.
Esta iniciativa ha sido bien acogida por otros líderes empresariales, como el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, quien la considera una «necesidad urgente para mejorar la competitividad de las empresas europeas».
Pero la homogeneización de la regulación sobre morosidad no es la única medida en marcha para mejorar la economía y las finanzas tanto en España como en la UE. Durante la cumbre, también se ha abordado la necesidad de reforzar la cooperación entre los países miembros para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.
En este sentido, se ha puesto sobre la mesa la importancia de seguir avanzando en la implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia en cada país, así como la creación de una serie de medidas a nivel comunitario para apoyar la recuperación económica.
Entre estas medidas destacan la creación de un fondo de inversión europeo, la reducción de los costes de la energía y la promoción del comercio exterior. Asimismo, se ha enfatizado en la importancia de seguir apostando por la formación y el desarrollo de habilidades digitales para adaptarse a la era digital y mejorar la competitividad de las empresas.
En definitiva, la UE y España están trabajando juntos para mejorar la economía y las finanzas en el continente. La homogeneización de la regulación sobre morosidad y otras medidas propuestas en la cumbre supondrán un avance significativo en la protección de las empresas y la creación de un mercado único más competitivo y justo. Se espera que estas iniciativas contribuyan a la recuperación económica tras la crisis generada por la pandemia y sentar las bases para un crecimiento sostenible en el futuro.