La prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución vincula a las operaciones de comercio electrónico generó un volumen de negocio de 3.100 millones de euros en 2022 en España y Portugal, un 8,8% más que en 2021.
Se trata de una alta tasa de crecimiento, si bien es inferior a la registrada en los dos años anteriores –28,9% en 2020 y 16,3% en 2021–, cuando se vio impulsada por los efectos de la pandemia, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa (filial de Cesce).
La reactivación de las ventas en tiendas físicas, tras los efectos de la pandemia en el bienio 2020-2021, la alta inflación, el aumento de los tipos de interés y el freno del consumo privado penalizaron el crecimiento de las compras online, especialmente en la última parte del año.
El número de compradores a través de Internet se situó en 24 millones en 2022, cifra un 2,5% superior a la del año anterior y que supone que el 55% de la población española realizó compras online. La ropa, el calzado y los accesorios de vestir fueron los productos más demandados en la red.
Debido a los problemas y los altos costes de la circulación en grandes ciudades y la orientación a la movilidad sostenible, así como para hacer más fácil la entrega a los destinatarios de los productos, continuó apreciándose una tendencia de creciente implantación de redes de puntos de recogida, taquillas inteligentes y hubs urbanos.
El fuerte crecimiento de la demanda de servicios logísticos para el comercio electrónico registrado en los últimos años ha atraído a nuevos operadores al sector, principalmente empresas especializadas en servicios de última milla.