El índice de precios de consumo (IPC) de Estados Unidos se situó el pasado mes de febrero en el 1,7%, tres décimas por encima de la tasa interanual de inflación registrada el mes anterior, lo que representa el mayor encarecimiento de los precios en el país desde febrero de 2020, según los datos publicados este miércoles por la oficina de estadísticas laborales del Departamento de Trabajo.
Em los últimos doce meses, la energía se encareció un 2,4%, mientras que los alimentos subieron un 3,6% interanual. La tasa de inflación subyacente, sin tener en cuenta el impacto de la energía y los alimentos, se situó en febrero en el 1,3%, una décima por debajo de la lectura del mes anterior.
En términos mensuales, Estados Unidos registró una inflación del 0,4%, una décima más que en enero y la más elevada en términos mensuales desde agosto de 2020. De su lado, la tasa subyacente repuntó al 0,1% en febrero, tras haberse mantenido estable durante los dos meses anteriores.
La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, ha restado importancia a los temores de que el nuevo paquete de estímulos de 1,9 billones de dólares (1,6 billones de euros) promovido por el presidente Joe Biden pueda provocar un sobrecalentamiento de la economía que desemboque en una fuerte subida de los precios.
En este sentido, la responsable de la Hacienda estadounidense aseguraba esta semana en declaraciones a la cadena MSNBC que, en el caso de que el plan tuviese efectos inflacionarios, «hay herramientas para lidiar con eso, y se vigilará de cerca».