El Gobierno de Bolivia ha afirmado que el país está preparado para enfrentar la caída de los precios del petróleo, y la consiguiente reducción de sus ingresos por la venta de gas natural, porque se ha previsto una alta inversión pública para el presente año.
El ministro boliviano de Economía y Finanzas, Luis Arce, dijo que la locomotora del crecimiento del país este año será la inversión estatal de 6.179 millones de dólares (5.464 millones de euros), por encima de los 4.500 millones (3.979 millones de euros) del 2014.
Según Arce, el país ya afrontó en 2008 una bajada aún peor de los precios del petróleo, cuando cayeron de 145 a 40 dólares (128 a 35 euros) el barril (159 litros).
Desde octubre pasado, el precio del petróleo llegó a bajar hasta los 45 dólares (39,7 euros), pero ha comenzado a recuperarse hasta situarse estos días en casi 52 dólares (46 euros).
«Bolivia está preparada más que ningún otro país de América Latina para enfrentar la caída de los precios del petróleo», dijo el ministro boliviano, al destacar que esa situación ha sido reconocida por organismos internacionales como el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Arce sostuvo que los instrumentos para enfrentar las consecuencias de la baja del precio del crudo son la estabilidad económica del país, el control de la inflación (5,1 % en 2014) y el alto nivel de reservas monetarias en el Banco Central, igual a 15.000 millones de dólares (13.262 millones de euros).
Ese nivel de reservas monetarias equivale a 49 % del valor del Producto Interior Bruto (PIB), lo que es uno de los porcentajes más altos en Latinoamérica, y que constituye un «enorme colchón» ante la posibilidad de problemas en la economía.
Bolivia espera para este año un crecimiento del PIB del 5,9 %, por encima del 5,5 % de 2014.