El Banco Nacional de Suiza (BNS) prevé pérdidas de 23.000 millones de francos suizos (21.132 millones de euros) al cierre de 2015, el peor resultado de la entidad desde su fundación en el año 1907. La institución ha atribuido estos números rojos a su exposición al mercado de divisas.
Específicamente, el Banco Central de Suiza estima pérdidas anuales de 20.000 millones de francos suizos (18.378 millones de euros) en relación a sus posiciones en moneda extranjera, mientras que la evolución del precio del oro podría generar pérdidas de 4.000 millones de francos (3.675 millones de euros).
Por otro lado, considera que podría alcanzar un beneficio de 1.000 millones de francos suizos (919 millones de euros) por sus posiciones en francos suizos.
A pesar de estas pérdidas anuales, el BNS ha informado que recurrirá a sus reservas de distribución para pagar un dividendo de 15 francos suizos por acción, y garantizar el reparto anual de beneficios de 1.000 millones de francos suizos entre los cantones y el Gobierno.
Las reservas de distribución alcanzan los 27.500 millones de francos suizos (25.270 millones de euros), que luego de afrontar la distribución de dividendos y el reparto ordinario de beneficios quedarán en 2.000 millones de francos suizos (1.838 millones de euros).
En 2014, el BNS registró un beneficio neto de 38.300 millones de francos (35.197 millones de euros), aunque en el año 2013 sufrió pérdidas de 9.100 millones de francos (8.362 millones de euros), por lo que ese año tomó la decisión de no pagar los dividendos.
Las acciones del BNS cotizan en el segmento doméstico estándar de la Bolsa de Suiza. Los accionistas mayoritarios son entidades públicas, incluyendo los cantones suizos y sus respectivos bancos cantonales.