El Fondo Monetario Internacional (FMI) y un grupo de 10 países han simulado un gran ciberataque contra el sistema financiero mundial, con el objetivo de aumentar la cooperación para minimizar cualquier posible daño a los mercados y a los bancos.
El «juego de guerra» simulado se ha desarrollado en 10 días, y se han utilizado noticias falsas que trajeron como consecuencia el caos en los mercados mundiales en el escenario simulado.
La simulación ha presentado varios tipos de ataques que podrían impactar en los mercados globales de divisas y bonos, la liquidez, la integridad de los datos y las transacciones entre importadores y exportadores.
Un narrador de una película mostrada a los participantes como parte de la simulación dijo que «estos acontecimientos están creando estragos en los mercados financieros».
Los funcionarios del Gobierno de Israel han señalado que este tipo de amenazas son posibles tras numerosos ciberataques a grandes empresas, y que la única forma de contener cualquier daño es a través de la cooperación global, porque «la ciberseguridad actual no siempre es lo suficientemente fuerte».
Micha Weis, el responsable de ciberseguridad financiera del Ministerio de Finanzas de Israel, ha destacado que «los atacantes van 10 pasos por delante de los defensores».
En esta simulación han participado funcionarios de Hacienda de Israel, Estados Unidos, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Austria, Suiza, Alemania, Italia, Países Bajos y Tailandia, así como también representantes del FMI, el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales.
El narrador de la película ha dicho en la simulación que los gobiernos se encontraban bajo presión para aclarar el impacto del ataque, que estaba paralizando el sistema financiero mundial, y ha dicho que «los bancos están solicitando ayuda de liquidez de emergencia en multitud de monedas para poner fin al caos, ya que las contrapartes retiran sus fondos y limitan el acceso a la liquidez, dejando a los bancos en el desorden y la ruina».
Los participantes de «Fuerza Colectiva» han debatido sobre las políticas multilaterales que deben existir para responder a la crisis, incluyendo un feriado bancario coordinado, períodos de gracia para el pago de la deuda, acuerdos SWAP/REPO y desvinculación coordinada de las principales monedas.