El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha señalado que el organismo puede bajar aún más los tipos de interés, aunque ha advertido que los efectos colaterales de la política monetaria son cada vez más evidentes y tangibles, por lo que considera necesario que actúen otros actores además de los bancos centrales.
Luis de Guindos ha dicho en una entrevista ofrecida a ‘Market News’ que «un punto que creo que es particularmente relevante es que, aunque podemos reducir aún más las tasas de interés, los efectos colaterales de la política monetaria son cada vez más evidentes y tangibles».
El vicepresidente del BCE ha señalado que el ente central cuenta con margen suficiente para ajustar sus medidas de estímulo, como las compras de deuda por importe de 20.000 millones de euros al mes, aunque ha apuntado que un paquete de medidas debe ser estable y predecible, porque empezar a hablar de modificar algunos elementos o parámetros le restaría eficacia.
Por esta razón, De Guindos ha dicho que el elemento clave del último paquete de medidas aprobado por el Consejo de Gobierno del BCE es la orientación a futuro.
El vicepresidente ha asegurado que «es el principal elemento y la referencia clave sobre cómo pueden evolucionar las cosas en el futuro».
Además, ha agregado que el BCE ha tomado estas medidas como respuesta a las perspectivas de la economía, apuntando que las perspectivas de inflación «no se están desanclado», aunque existe un riesgo potencial de que la deflación ocupe un primer plano.
Ante el inminente cambio en la presidencia del BCE, que desde el próximo 1 de noviembre va a ocupar Christine Lagarde en lugar de Mario Draghi, el exministro español ha asegurado que «un cambio de sentido en las políticas es algo que descartaría. Y no sería bueno de todos modos».