El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ajustado su previsión de crecimiento mundial para el 2018 y 2019, y ha señalado que la tensión comercial y el aumento de los aranceles están afectando de forma negativa al comercio, en momentos en que los mercados emergentes deben hacer frente a condiciones financieras más difíciles y salidas de capital.
Estas nuevas estimaciones se han dado a conocer durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial celebradas en la isla turística indonesia de Bali.
Los analistas han señalado que los ajustes muestran que un auge del crecimiento, impulsado en parte por los recortes fiscales de Estados Unidos y la demanda de importaciones, está empezando a menguar.
En la actualización de sus Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI ha ajustado su pronóstico de crecimiento global al 3,7 por ciento tanto en 2018 como en 2019, menos que su previsión de julio, situada en un 3,9 por ciento para ambos años.
Este recorte muestra un conjunto de factores, entre ellos, el aumento de los aranceles entre Estados Unidos y China, el desempeño más débil de los países de la eurozona, Japón y Reino Unido, y el alza de los tipos de interés que presiona a algunos mercados emergentes con salidas de capital, especialmente Argentina, Brasil, Turquía y Sudáfrica.
Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI, ha señalado en un comunicado que “el crecimiento de Estados Unidos disminuirá una vez que se reviertan partes de su estímulo fiscal. A pesar del impulso actual de la demanda, hemos rebajado nuestra previsión de crecimiento para Estados Unidos en 2019 debido a los aranceles recientemente promulgados en una amplia gama de importaciones desde China y la represalia de Pekín”.
Debido a que la mayor parte del impacto de la guerra arancelaria entre Washington y Pekín se sentirá en 2019, el FMI ha recortado su previsión de crecimiento de Estados Unidos hasta el 2,5 por ciento desde un 2,7 por ciento, y el de China un 6,2 por ciento desde un 6,4 por ciento.
Respecto a este año, el FMI ha mantenido sin cambios sus previsiones de crecimiento para 2018 de los dos países: un 2,9 por ciento para Estados Unidos y un 6,6 por ciento para China.