La administración de Andrés Manuel López Obrador ha presentado en el Congreso sus presupuestos generales para 2021, en los que se estima una caída del 8% del Producto Interior Bruto este año y un repunte del 4,6% en 2021, y no se contempla una subida de impuestos.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ha explicado este miércoles que la estimación de crecimiento es «responsable» y no «muy optimista», puesto que no alcanzaría los niveles de crecimiento de 2019. Esto se debe a la incertidumbre generada por la pandemia y a su evolución, puesto que determinará, a su vez, la evolución de la reapertura sectorial.
En este contexto, el secretario ha apostillado que mientras no exista una vacuna, la economía va a seguir operando en circunstancias «inusuales», debido a las limitaciones para algunos sectores específicos como los gimnasios, que actualmente no están operando.
El titular de Hacienda ha señalado que las cuentas mexicanas dependerán en buena parte de las economías de los socios comerciales del país, que también se están recuperando, así como la inversión, tanto pública, donde Herrera estima un incremento de 5,5 puntos para 2021, como privada.
El Gobierno tiene el objetivo de alcanzar un «equilibrio» en el presupuesto, de modo que no se genere déficit en las cuentas. Para lograr esto, el ejecutivo de López Obrador prevé unos ingresos presupuestarios de 5,5 billones de pesos mexicanos (unos 215.924 millones de euros), un 3% menos con respecto a 2020, y se proyecta un gasto público total de 6,3 billones de pesos (247.135 millones de euros), un 0,3% menos.