Paraguay ha apostado por la exportación como motor de su economía, con resultados récord el año pasado, aunque se concentran en elevar el valor añadido con el procesamiento en su territorio de las materias primas que vende.
Un país sin costa y lejos de los principales mercados del mundo, pero con un clima benigno para la agricultura y el ganado en 2013 elevó sus exportaciones a 7.196 millones de dólares (5.277 millones de euros), la mayor cifra de su historia.
Esta cifra no incluye la venta de energía eléctrica a Brasil y Argentina, y la reexportación de artículos, según los datos ofrecidos por la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex) del Ministerio de Industria y Comercio.
En el texto, el organismo explica que 78 % de esas ventas son materias primas, lideradas por la soja, la carne, el maíz y el trigo, que son producidos principalmente en grandes propiedades con alto nivel de mecanización.
Eso explica por qué en Paraguay, que creció un 13,6 % el año pasado, el aumento del producto interno bruto (PIB) no permea el tejido económico de la misma manera que en otros países, ya que los rendimientos de buenas cosechas se quedan en pocas manos.
Consideran que la vía para que el país se beneficie más de su riqueza natural es el tratamiento de las materias primas antes de que salgan de sus fronteras.
Uno de los sectores más promisorios es la elaboración de aceites de soja, cuya producción se dobló en 2013.
Las exportaciones de materias primas procesadas subieron de 611 millones de dólares (448 millones de euros) en 2012 a 940 millones (689 millones de euros) en 2013, pero aún así solo suman el 13 % de las ventas totales.
Solo cinco empresas -las agrícolas Cangill, ADM, LDC y Nobel Paraguay, y la ganadera Frigorífico Concepción- son responsables por el 53 % de las exportaciones del país, de acuerdo con Rediex.
La decisión el pasado diciembre de la Unión Europea de mantener las preferencias arancelarias para los productos paraguayos ha creado una ventaja comparativa para el país frente a Brasil, Uruguay y Argentina, a los que Bruselas canceló los beneficios porque considera que han alcanzado un nivel medio de desarrollo.
Paraguay quiere atraer empresas con el incentivo de evitar los nuevos aranceles europeos.