El Banco de México (Banxico) seguirá muy de cerca la evolución del tipo de cambio ante la fuerte depreciación que ha sufrido la moneda mexicana frente al dólar.
El peso mexicano ha cumulado una bajada del 5,7% desde mediados del mes de noviembre, debido a una posible alza de tasas de interés en Estados Unidos, y por la caída en el precio internacional del petróleo. A finales de la semana pasada, el peso mexicano reportó una caída a mínimos de dos años y medio.
En el marco de un foro económico organizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Gobierno de Chile, el presidente de Banxico, Agustín Carstens, ha señalado que hay que seguir con mucho cuidado la evolución del tipo de cambio. Sobre la posibilidad de renovar las subastas de dólares como medida cambiaria, el jefe de Banxico no quiso ofrecer comentarios.
Por otra parte, en un comunicado de política monetaria emitido por Banxico, se destaca que la depreciación que ha sufrido la moneda mexicana podría representar un riesgo al alza para la inflación, en medio de un deterioro del balance de riesgos para la economía.
Por otra parte, Agustín Carstens ha señalado que las protestas sociales que han marcado la agenda de México en las últimas semanas pueden presentar un obstáculo para las inversiones extranjeras.
El presidente de Banxico ha explicado que “ciertamente son factores que sí pueden tener un impacto sobre la certidumbre de la inversión y el consumo”, aunque se espera que las medidas anunciadas por el Gobierno ayuden a resolver el tema social.
Con respecto a la baja en el precio del petróleo y su implicación en las inversiones en el sector energético de México, el Jefe de Banxico considera que tendrá poco efecto pues las apuestas de las grandes compañías del sector son de “horizonte muy amplio”.
Este lunes, Agustín Carstens aseguró que las tasas de interés tendrían que subir si el peso mexicano se deprecia de manera sostenida y afecta el cumplimiento del objetivo de inflación.