En una jornada de tremenda agitación política en Italia y después de una tensa votación en el parlamento, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha anunciado su renuncia tan pronto como se aprueben las reformas económicas que la Unión Europea le ha venido exigiendo al país en el parlamento. Con 308 votos a favor y 321 abstenciones con respecto al presupuesto, Berlusconi ha perdido la mayoría. El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, ha asegurado que Berlusconi sabía las consecuencias de la votación en el parlamento, pero al mismo tiempo estaba convencido de que era urgente que se aprobara el presupuesto lo más pronto posible. Las reformas económicas, que se iban a aprobar a finales de este mes, muy probablemente sean adelantadas, por lo que podríamos ver la renuncia del primer ministro italiano antes de que termine el mes.
La renuncia de Berlusconi supone un cambio importante en el panorama político italiano, en el cual el primer ministro había logrado mantenerse en el poder por 17 años, en los cuales había salido airoso en 50 votos de confianza en el parlamento. A pesar de su relativamente grande capital político, sus últimos escándalos de abusos, corrupción y su aparente incompetencia ante la crisis de deuda soberana han hecho que perdiera una gran parte de su popularidad.
El gobierno italiano, por su parte, ha emitido un comunicado en el que se asegura que Berlusconi entregará el mandato al jefe de Estado que consultará de forma apropiada, y que se dedicará a prestar atención a las opiniones de todas las facciones políticas. Los mercados, en general, han recibido de buena manera la noticia de la renuncia de Berlusconi.
El euro ganó posiciones frente al dólar después de que se dio a conocer la noticia, mientras que el oro también sufrió un ligero descenso. La noticia también le dio cierto impulso a Wall Street durante la jornada. La pregunta ahora es quien se hará cargo del gobierno. Berlusconi declaró que el habría preferido adelantar las elecciones, aunque eso recaerá en el presidente Napolitano. Por otra parte, se corre la idea de que un gobierno interino podría asumir el poder, cosa a la que Berlusconi parece oponerse. Berlusconi ha llamado, sin embargo; a hacer lo que le conviene al país antes de preguntarse quien debe dirigir el gobierno.