España ha mejorado tres posiciones en el Índice Global de la Competitividad que elabora anualmente el Foro Económico Mundial, una referencia entre los inversores y en el que este año ocupa el puesto 23 de entre los 141 países evaluados.
«España ha tenido una mejora real, su subida no se debe a que otros han bajado, sino a que ha progresado en todos los pilares», explicó uno de los autores del informe y responsable del área de Practicas de Referencia del Foro, Thierry Geiger.
A lo largo de los cuarenta años de existencia de este índice, España ha ido avanzando hasta ocupar un lugar destacado en el pilar dedicado a la salud (complementado por el índice de esperanza de vida), en el que por varios años ocupa el primer puesto.
Otra área en la que España mantiene una ventaja sobresaliente es la de infraestructuras, en la que ocupa el séptimo lugar.
Geiger destacó que el cambio más significativo para España en el informe que ha presentado este miércoles el Foro Económico Mundial (WEF, como se le conoce por sus siglas en inglés) es la evolución que ha experimentado en la adopción de las tecnologías de la información, pilar en el que ahora ocupa el puesto 19.
Este último comprende aspectos como la difusión de la tecnología, la utilización de internet y la calidad de la fibra óptica, todos ellos elementos importantes para la competitividad de un país.
La segunda sección en la que España ha experimentado una mejora notable en el último año es la que analiza el sistema financiero, ubicándose en el puesto 26 por el aprecio de los actores económicos de su estabilidad.
En cambio, en el área en la que nuestro país sigue estancado, de acuerdo con el informe, es el mercado de trabajo, que se considera poco flexible y, por tanto, escasamente competitivo, lo que explica que España aparezca en el puesto 61.