El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés de la eurozona en los mínimos históricos actuales. La facilidad de depósito permanece así en el -0,4 %, el tipo principal de refinanciación en cero, y el tipo marginal -el que usan los bancos para tomar prestado dinero al BCE en un día- en el 0,25 %.
El BCE reiteró este jueves que prevé que los principales tipos de interés continúen en estos niveles por un periodo prolongado de tiempo y bien pasado el horizonte del programa de compras de activos.
El organismo también ha precisado que el programa de 80.000 millones de euros de compras mensuales se prolongará hasta marzo de 2017, o más allá si es necesario, hasta que el BCE vea un ajuste consistente con su objetivo de inflación.
En el pasado mes de marzo, el BCE recortó los tipos y amplió el programa de compra de activos para revigorizar la economía de la zona euro y evitar que la inflación se atrincherase en niveles extraordinariamente bajos.
Tanto el crecimiento como la inflación de la eurozona siguen siendo débiles, y -teniendo en cuenta que el BCE ya ha empleado buena parte de su arsenal- su presidente Mario Draghi tiene que elegir bien cuándo actuar, y probablemente cuenta con suficientes argumentos para esperar un poco más.
Los expertos no descartan que el BCE pueda anunciar nuevos, en una muestra de reconocimiento de que la inflación no sube a pesar del crédito gratuito a la banca, los tipos de interés históricamente bajos y una inyección de liquidez de 1,2 billones de euros en el último año y medio.
Esta misma semana, el BCE ajustó su previsión de crecimiento al 1,7 % este año, lo que supone una pequeña revisión al alza respecto al 1,6 % pronosticado en junio, y del 1,6 % para 2017 y 2018, una décima menos que en junio.
Los analistas del BCE pronostican ahora una inflación del 0,2 % este año, del 1,2 % en 2017 %, y del 1,6 % en 2018, prácticamente igual que en las proyecciones anteriores.