China ha otorgado préstamos por unos 102.200 millones de dólares (74.090 millones de euros) a América Latina entre el 2005 y 2013.
El Global Economic Governance Initiative, de la Universidad de Boston, Massachusetts, ha detallado en un análisis que “entre 2005 y 2013, el financiamiento total de los principales bancos chinos, Banco de Desarrollo de China (CBD), y el Banco de Exportación e Importación (Eximbank), alcanzó 102.200 millones de dólares”.
En el 2012 los préstamos de China a los gobiernos, empresas estatales y privadas en América Latina sumaron unos 3.500 millones de dólares (2.537 millones de euros), la cifra más baja desde que los bancos chinos se interesaron en la región en el 2005. El año pasado, acumularon unos 20.100 millones de dólares (14.569 millones de euros).
De acuerdo a la información que presenta el estudio, China sigue concentrándose en países de alto riesgo financiero como Venezuela y Argentina, los principales beneficiarios de créditos chinos el año pasado, así como Ecuador y Jamaica, éste último afectado por déficit fiscal.
Sin embargo, el gobierno chino maneja estrategias para balancear estos riesgos tales como cobrar tasas de interés más altas que el mercado de capitales en Ecuador o el cobro con petróleo en Venezuela.
Kevin Gallagher, Codirector en Washington, ha señalado que China está mostrando mayor interés en países como México, que actualmente “está abriendo” su legislación petrolera y China “quiere ser un actor” en esos cambios.
El impulso proviene de programas de financiamiento conjunto entre bancos chinos y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por hasta 2.500 millones de dólares (1.812 millones de euros) para proyectos de infraestructura y recursos naturales.
El estudio muestra una imagen de China que la ubica como segunda economía del mundo y como el principal músculo financiero de América Latina, posicionándose muy por encima del Banco Mundial, Estados Unidos o el BID.
Gallagher ha explicado que “las líneas de crédito promedio (con China) están en los miles de millones de dólares, mientras que la mayoría de los financiamientos privados o de las instituciones internacionales están en los veinte o cientos de millones”.
Por otra parte, Gallagher destaca que los préstamos de China se orientan a financiar proyectos de largo plazo en energía e infraestructura, mientras que los de Estados Unidos se dirigen a telecomunicaciones o manufactura, y los fondos del Banco Mundial a microcrédito, educación y salud.