El índice manufacturero del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) en Estados Unidos ha caído en el mes de diciembre a 58,7 puntos, el nivel más bajo que se ha reportado desde enero de 2021.
Esta cifra se compara con la lectura de 61,1 el mes anterior y con una proyección media de una encuesta de Bloomberg entre economistas de 60. Los expertos han recordado que las lecturas por encima de 50 indican expansión.
Los analistas han señalado que la mejora de los plazos de entrega y el descenso de los precios de los insumos suelen indicar una menor demanda. No obstante, las últimas disminuciones sugieren que las limitaciones de capacidad están empezando a aflojarse. Esto es un progreso positivo para los fabricantes que han luchado por mantener el ritmo de la demanda ante la escasez de materiales, las dificultades de contratación y los problemas en el transporte.
Los indicadores de demanda del ISM en Estados Unidos se han mantenido sólidos en diciembre, lo que sugiere que el sector manufacturero seguirá expandiéndose a un buen ritmo. El índice de empleo del ISM ha subido a un máximo de ocho meses, y el de nuevos pedidos se ha reducido ligeramente a 60,4.
Timothy Fiore, el presidente del Comité de Encuestas a Empresas Manufactureras del ISM, ha señalado en un comunicado que “el sector manufacturero estadounidense sigue en un entorno impulsado por la demanda y limitado por la cadena de suministro. Los problemas globales relacionados con la pandemia del coronavirus —ausentismo laboral, cierres de corta duración por escasez de piezas, rotación de empleados y problemas en la cadena de suministro en el extranjero— siguen afectando la actividad manufacturera”.
En el mes de diciembre, quince industrias manufactureras de Estados Unidos registraron crecimiento, encabezadas por la confección, los muebles y los textiles.
Los expertos prevén que el informe de empleo del Gobierno estadounidense muestre que los fabricantes agregaron 35.000 puestos de trabajo en diciembre, después de los 31.000 del mes anterior. En todos los sectores, se espera que los empleadores hayan añadido 420.000 puestos de trabajo, el doble que el mes anterior.
La medida de producción fabril del ISM ha caído hasta los 59,2 puntos, la más baja desde julio.
La variante ómicron podría tener una mayor incidencia en el informe en los próximos meses, porque los niveles récord de casos mantienen a los trabajadores de Estados Unidos en casa, frenando la producción y alargando los tiempos de entrega.