Standard & Poor’s, agencia de calificación financiera, ha rebajado un escalón la nota de la deuda de Francia a largo plazo, a «AA», por considerar que el país ha perdido margen de maniobra financiera y no puede reformarse mucho más por su elevado nivel de desempleo.
La nueva calificación francesa es la tercera mejor posible en la escala de S&P, y su perspectiva es «estable», lo que significa que la agencia no planea modificarla a corto o medio plazo. A corto plazo la calificación de Francia sigue siendo de «A-1+», la mejor posible.
En 2012, S&P fue la primera gran agencia internacional en quitarle a Francia la mejor calificación posible (AAA). Luego le siguieron sus dos grandes competidoras, Moody’s y Fitch Ratings. Nuevamente Standard & Poor’s es la primera que rebaja la calificación de la deuda francesa a largo plazo.
S&P considera que “los poderes públicos disponen ahora de un margen de maniobra reducido para aumentar los ingresos» fiscales y reducir así la deuda. Además el nivel de desempleo del país, superior al 10%, «reduce el apoyo popular en favor de nuevas reformas estructurales y sectoriales, y afecta las perspectivas de crecimiento a más largo plazo», aseguró la agencia.