Brasil aspira a convertirse en una potencia turística internacional que haga crecer su economía y «mejore la vida del pueblo», apostando por sus recursos naturales como atractivo y dando a conocer su amplia variedad de destinos.
«Tenemos el consenso de que Brasil está muy poco explorado por todos», ha destacado el ministro de Turismo del país, Celso Sabino, haciendo hincapié en todos aquellos destinos brasileños desconocidos para el resto del mundo.
El ministro ha puesto en valor que el presidente Lula Da Silva, en el cargo desde enero «está ampliando el diálogo, construyendo puentes en vez de muros» y mejorando las relaciones diplomáticas, lo que supone ampliar el país como destino dándose a conocer más allá de los símbolos reconocibles de Río de Janeiro y de Salvador de Bahía.
El clima «agradable», las playas y los ríos son algunos de los puntos fuertes que Sabino destaca de Brasil, además de la Amazonía, un destino con mucho potencial en un momento en el que todo el mundo habla de sostenibilidad y cambio climático.
En este punto, el ministro ha señalado que la ciudad de Belém, en la Amazonía brasileña, será la sede de la conferencia sobre el clima COP30 en 2025, agregando que Brasil tiene la intención de hacer de ella «el mayor acontecimiento de protección de la naturaleza y cambio climático del mundo».
Sabino también ha agregado que el país tiene «categoría turística», pero que en Europa no se conoce. Así, explica que existen hoteles de gran lujo, con estructuras, seguridad y aeropuertos que no están siendo explorados por los turistas europeos.
En esta línea, ha subrayado que los indicadores de seguridad en el país están «evolucionando mucho» gracias a la nueva política de reducción de desigualdad social y reducción de la pobreza.
Además, ha explicado que el Gobierno está en proceso de crear una policía turística que dé mayor seguridad a los visitantes. «Tenemos todas las condiciones para ofrecer seguridad, tranquilidad, estructura y hoteles de primera calidad», ha recalcado.
Sabino considera que es un buen momento para trabajar en la preservación de la naturaleza y, a la vez, explotar el potencial de Brasil como destino turístico. «Nos damos cuenta de que podemos y vamos a hacer que el flujo de turistas españoles a Brasil sea aún mayor, así como de brasileños en España».
El ministro ha añadido que la conectividad entre Europa y Brasil también se está incrementando, destacando las rutas de Iberia o TAP, así como de otras compañías con las que están trabajando para aumentar la conectividad.
A medio y largo plazo, según Sabino, Brasil «será reconocido mundialmente como un destino atractivo que reúne todas las condiciones para expandir el sector». «Brasil ha surgido como un gran líder en Sudamérica y se nos reconoce por ello», ha añadido, destacando que «pronto todo el mundo querrá estar también en Brasil».
Asimismo, esgrime que, con el cambio de Gobierno, «la imagen política de Brasil ha avanzado mucho».