La confianza de los consumidores de Francia ha permanecido estable durante el pasado mes de agosto, si bien en una cifra muy inferior a la media, según señaló la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística (INSEE).
El indicador sintético de confianza de agosto se quedó en los 86 puntos, lejos de los 100 que marcan la media de largo plazo, y que no se alcanza desde finales de 2007, cuando estalló la crisis financiera.
En su comunicado, el INSEE explicó que en agosto se deterioró la percepción sobre la situación financiera personal futura de los encuestados, mientras se mantuvo estable la referida al pasado, y disminuyó el porcentaje de los que creen que es oportuno realizar grandes compras.
Asimismo, desciende el número de franceses que consideran el momento actual adecuado para ahorrar.