La rentabilidad del bono alemán, de referencia a 10 años, ha caído esta semana a nuevos mínimos históricos, después de que un recorte de los tipos de interés mayor de lo esperado en Nueva Zelanda, y unos débiles datos de la economía de Alemania, dieran un nuevo impulso al repunte de los mercados de bonos.
A pesar de que la situación de los mercados globales ha vuelto a su cauce después de las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China de la semana pasada, los mercados de renta fija siguen beneficiándose de la expectativa de que la guerra arancelaria aumente los riesgos de recesión y dé nuevos argumentos para la aplicación de políticas monetarias expansivas.
El banco central de Nueva Zelanda ha sorprendido las expectativas de los mercados al recortar su tipo de interés oficial en 50 puntos básicos, dando indicios de estar dispuesto a mantener una política monetaria más flexible ante los crecientes riesgos que se ciernen sobre la economía global.
Por otro lado, los datos de la economía de Alemania muestran que la producción industrial del país ha caído un 1,5% en el mes de junio si se compara con el mes anterior, una cifra que supera con creces las previsiones de una caída de en torno al 0,4%.
En este sentido, la rentabilidad de los bonos de toda la zona del euro tendía a la baja en las primeras horas de la mañana de este miércoles.
La rentabilidad del Bund alemán ha caído a un mínimo histórico de -0,56%, ascendiendo su caída en lo que va de año a la notable cifra de 80 puntos básicos. Los analistas han destacado que, de seguir así, estará en camino de alcanzar su mayor descenso anual desde el año 2014.
Mientras que el bono soberano español a diez años se ha apuntado un nuevo récord histórico. Por primera vez ha cotizado a una rentabilidad del 0,124%. Ahí se han situado sus mínimos intradía este miércoles a consecuencia de la huida de dinero inversor desde la bolsa hacia la renta fija como refugio ante lo que pueda deparar la guerra comercial entre Estados Unidos y China.