Haruhiko Kuroda, el gobernador del Banco de Japón, ha señalado esta semana que la política no interferirá en el fin de la política monetaria ultralaxa, y ha destacado que la resolución del ente central de reducir el estímulo cuando la inflación alcance su objetivo del 2%.
El gobernador del Banco de Japón fue reelegido por un periodo de cinco años por el primer ministro, Shinzo Abe, que le escogió en el 2013 para poner en marcha su agresivo alivio monetario como una de las tres flechas de sus políticas “Abenomics” en un intento por reactivar el crecimiento.
Los especialistas tienen dudas respecto a si el BoJ podría reducir su masivo programa de estímulo, aunque la inflación alcance su objetivo, porque muchos legisladores han expresado su esperanza de que la entidad mantenga los costos de endeudamiento ultrabajos.
Kuroda ha dicho al parlamento que “el BoJ no es ajeno a la política, pero el objetivo de nuestra política monetaria es alcanzar nuestra meta de precios y un crecimiento económico saludable”.
Al ser cuestionado por un legislador sobre si el BoJ podría detener la política de normalización bajo la presión de Abe, Kuroda ha explicado que “cuando tengamos que debatir una salida de la política expansiva, nuestra decisión no se verá influida por la situación política”.
Asimismo, ha señalado que el BoJ está debatiendo una estrategia de salida, pero no la compartirá con los mercados hasta que llegue el momento para efectuar tal movimiento.
Por otro lado, Kuroda ha indicado que la cuestión de cómo reducir el gran balance general del banco central y el momento en que se producirán aumentos de las tasas de interés a corto plazo serían dos factores clave que el BoJ va a tomar en consideración al normalizar las políticas.
Para finalizar, Kuroda ha comentado que “no podemos decir ahora el momento y el orden de estos pasos, ya que eso es algo que debe ser examinado por el directorio de política en su momento. Debatir sobre una estrategia de salida ahora causaría confusión” y ha destacado que la entidad va a mantener su política ultralaxa hasta que su inflación se mantenga estable por encima de su objetivo.