La Comisión Europea (CE) podría dar más libertad a los países de la Unión Europea para tomar sus decisiones fiscales en relación al IVA.
Para lograr esto, la CE ha propuesto dos opciones: ampliar la lista de bienes y servicios que se benefician del tipo reducido de este tributo o eliminarla y permitir a los Estados miembros tomar sus propias decisiones.
La primera opción que plantea la CE se basa en mantener el tipo estándar del 15% y se revisaría con regularidad la lista de bienes y servicios que pueden beneficiarse del tipo mínimo.
La segunda opción, aboliría este listado y daría libertad a los países de la UE para tomar sus decisiones fiscales. No obstante, la CE reconoce que en este caso se deberían incluir salvaguardas para evitar la competencia fiscal en el mercado único. Por otro lado, admite que podría incrementar los costes de cumplimiento para las empresas.
Actualmente, el sistema de IVA es un esquema transitorio que “deja la puerta abierta al fraude”. Por esta razón, Bruselas busca presentar una propuesta formal que fije normas para un sistema único.
Con esta nueva normativa las transacciones transfronterizas se seguirán basando en el “principio de destino”, por el que los bienes y servicios comerciados estarán gravados por los tipos del país de destino, pero la recaudación cambiará hacia un sistema “a prueba de fraude”.
Por otro lado, la CE ha anunciado que reforzará las herramientas de los Estados miembros para intercambiar información relacionada con el fraude en el IVA.
El organismo ha explicado que el fraude en las operaciones comerciales cuesta elevadas sumas de beneficios a la UE y las reformas podrían reducir el coste en unos 40.000 millones de euros al año, un 80% de la cifra anual que se estima actualmente.