La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha informado que comenzará a operar en París a partir del 3 de junio, fecha en la que prevé estar «plenamente operativa».
La institución ha firmado esta semana un acuerdo con el Gobierno de Francia para instalar su sede en el barrio financiero de La Defense, ubicado al oeste de París.
De esta forma, asegura el funcionamiento de la Autoridad en el contexto de su relocalización desde Londres a París a partir del 30 de marzo, un día después de la salida efectiva del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
A partir de ese día, las reuniones de los órganos de gobierno de la EBA se van a organizar en la capital francesa, a donde serán trasladadas de forma gradual sus operaciones hasta el 31 de mayo, cuando se cerrarán las instalaciones del organismo situadas en el barrio financiero de Canary Wharf, en Londres.
Nathalie Loiseau, la secretaria de Estado francesa para Europa, ha dicho en una intervención durante la firma del acuerdo que la reubicación de la EBA es una «consecuencia directa del Brexit y un éxito de Francia».
La EBA es una autoridad independiente que se encarga de regular y supervisar el sector bancario de Europa, con el objetivo de configurar un marco regulador único y velar por la integridad del sistema.
Después de la decisión tomada por Reino Unido de abandonar la Unión Europea, los ministros europeos llegaron a un acuerdo, en noviembre de 2017, de mudar su sede desde Londres a París.
José Manuel Campa, quien fuera secretario de Estado de Economía en España entre los años 2009 y 2011 y procedente del Banco Santander, será el próximo presidente de la agencia.
Con este nombramiento, España recupera parte de la representación perdida durante los últimos años en los principales organismos internacionales. Campa sería el segundo alto cargo de nacionalidad española que se sitúa en lo alto de la cúpula institucional europea tras el nombramiento, en marzo del año pasado, del exministro de Economía Luis de Guindos.